El video del chico que fue golpeado y amenazado por un compañero en una escuela de Zárate, Argentina reabre el debate sobre cómo evitar el bullying.
ACOSO ESCOLAR. Es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada.
El video del chico que fue brutalmente golpeado y amenazado por un compañero en el aula del Colegio Industrial de Zárate vuelve a poner en evidencia el gran trabajo social que debemos hacer para frenar el acoso escolar.
Una encuesta internacional realizada recientemente por UNICEF señala que dos de cada tres jóvenes sufrieron acoso escolar y nueve de cada diez perciben el fenómeno como un problema generalizado en sus comunidades.
En nuestro país, el bullying es una problemática en crecimiento. Según un informe de la ONG Bullying Sin Fronteras, los casos de acoso escolar crecieron un 40% durante el primer semestre de 2016 en relación al mismo período del año anterior.
Se trata de un comportamiento agresivo intencional y repetitivo hacia un tercero, que puede ser físico, verbal o psicológico. "Consiste en humillar, degradar, avergonzar, exponer, acosar, maltratar a alguien que por algún motivo se diferencia, ya sea por su aspecto físico, su nacionalidad o cualquier otra diferencia que marca el grupo", afirma María Zysman, psicopedagoga, directora de la asociación civil Libres de Bullying y autora del libro Bullying, cómo prevenir e intervenir en situaciones de acoso escolar.
La prevención y erradicación del bullying debe ser un trabajo conjunto entre los chicos, los padres y los maestros. La Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inlgés) recomienda algunas medidas para hacerle frente a esta problemática.
Desde el lugar de los maestros e instituciones escolares, la APA entiende que es fundamental que estén informados y alertas, y que se lo tomen en serio. También es importante que insistan en transmitir el mensaje de que informar no es delatar, y que el acoso escolar no sólo es inaceptable, sino que, además, tendrá las consecuencias correspondientes.
El compromiso de los estudiantes y padres para que formen parte de la solución también es un gran paso. "Los alumnos pueden informarles a los adultos acerca de lo que está ocurriendo realmente, y también mostrarles las nuevas tecnologías que se utilizan para la intimidación", sostiene la APA. Por otro lado, los padres y la comunidad educativa pueden contribuir a que los chicos adopten un comportamiento positivo, y enseñarles cómo intervenir en un caso de abuso.
Por su parte, los expertos recomiendan que los maestros y administradores de las escuelas hagan un documento en contra del acoso, y les pidan a cada alumno y padre que lo firmen y entreguen en la oficina, para que comprendan la gravedad que implica un caso de intimidación.
¿Qué deben hacer los chicos?
Según la APA, los estudiantes deben informarles a sus padres o a algún adulto de confianza sobre los casos de bullying que presenten, ya sean de forma personal como cibernético. "Los niños deben recordar que el acoso escolar es incorrecto, y que debe ser resuelto por un adulto", explican desde la Asociación.
Muchos padres esperan que sus hijos respondan agresivamente si son violentados. Sin embargo, los especialistas no recomiendan este tipo de comportamiento dado que, como dice el refrán, dos males no hacen un bien. Además, "muchas veces los padres les dicen a sus hijos que se defiendan para que no sigan siendo víctimas de acoso, pero cuando éste comportamiento no es un recurso genuino del chico, éste no podría dar esa respuesta", sostiene Zysman.
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