En el día a día tenemos olvidos que nos cuestan comprender. Especialistas explican por qué nos suceden.
Nos olvidamos de un cumpleaños, de realizar un llamado que prometimos, de dónde pusimos las llaves, de la comida en el horno o la ropa en el lavaropa. Incidentes del día a día que creemos que nos ocurren porque estamos distraídos, pero.. realmente.. ¿por qué nos sucede?
Según los expertos, el factor principal podría ser el estrés. "Hay muchas evidencias que sugieren que el estrés crónico puede conducir a alteraciones de la memoria", afirma Jason Radley, profesor asistente de Ciencias del Cerebro en la Universidad de Iowa, en Estados Unidos.
El neurólogo y neurocientífico Facundo Manes coincide en que el tipo de memoria que resulta en los olvidos cotidianos se ve afectada por la falta de atención, que, a su vez, es alterada por el estrés y la ansiedad. "El estrés es una respuesta fisiológica normal, pero cuando es crónico y todos los días tenemos más de lo necesario hay una descompensación y se afecta la memoria", dice.
Otras causas de estos olvidos, que están interrelacionados con el estrés, son la falta de sueño y el ritmo de la vida moderna que nos exige hacer múltiples tareas simultáneamente.
Christoph Nissen, profesor de Medicina del Sueño en la Universidad de Friburgo, en Alemania, explica que "la pérdida de sueño puede interrumpir el proceso de consolidación de la memoria". A partir de una investigación que realizó, sostiene que el sueño le da al cerebro la oportunidad de repetir y fortalecer los recuerdos. Además, descarta las cosas sin importancia que no es necesario recordar, por lo que haría una "limpieza" para poder atender a lo importante.
Los comportamientos multitarea, que hace que realicemos varias cosas a la vez, interfieren en los procesos que normalmente requerirían el 100% del trabajo mental. Entonces, de acuerdo con David Meyer, profesor de Psicología de la Cognición en la Universidad de Michigan, esto hace que se 'mueva' la información de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, y nos olvidemos de estas cosas.
Por eso, el cerebro necesita pequeñas pausas después de cada tarea para así poder guardar los recuerdos creados. Si estamos respondiendo un correo electrónico y hablando por teléfono a la vez, nuestra mente estará dispersa y no podrá almacenar la nueva información.
¿Cómo prevenir estos olvidos?
Además de buscar formas de reducir el estrés, dormir al menos 8 horas y evitar hacer diversas actividades a la vez, desde el Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) recomiendan:
1. Caminar: varios estudios muestran que la gente rinde mejor en los test de evaluación cognitiva después de una caminata.
2. Recurrir a los post it: anotar las cosas que queremos recordar así como hacer lista de pendientes ayuda, siempre y cuando lo hagamos de forma organizada y dejemos las anotaciones a mano.
3. Establecer un lugar único para cosas importantes: designar un lugar fijo para los objetos que solemos usar, como las llaves, el celular o la agenda, nos evitará perder tiempo y estresarnos por encontrarlos cuando estamos apurados.
4. Tomar una tasa de té: esta infusión tiene la mitad de cafeína que el café, además tiene antioxidantes que son buenos para el cerebro.
5. Aprender algunos números de teléfono: en vez de recurrir a la agenda del celular, es un gran ejercicio intentar marcar los números de memoria.
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